Wasting Light es el séptimo álbum de estudio de la banda estadounidense de rock alternativo Foo Fighters. Debido a que el vocalista Dave Grohl quería un disco que capturara la esencia de los primeros trabajos de la banda y que prescindiera de la artificialidad de las grabaciones digitales, la banda grabó en el garaje de Grohl en Encino, California, exclusivamente con equipamiento analógico. Las sesiones fueron supervisadas por el productor Butch Vig, con quien Grohl había trabajado en el álbum Nevermind de Nirvana. Como el equipamiento antiguo no permitía que muchos errores fueran corregidos en la posproducción, la banda pasó tres semanas ensayando las canciones, y Vig tuvo que volver a aprender técnicas de edición ya en desuso. La banda dio un giro hacia un sonido más pesado y crudo, en contraste con los experimentos musicales de sus álbumes anteriores. Además de esto, contó con la participación de Krist Novoselic en la canción I Should Have Known y por primera vez se reunían todos los miembros de Nirvana desde su disolución tras el fallecimiento de Kurt Cobain (incluyendo a Pat Smear, el cual acompañó a la banda en tour durante los últimos seis meses). La banda documentó las sesiones de grabación para sus fans a través de su sitio web y de Twitter, mientras que la promoción del álbum incluyó el documental Back & Forth y una gira mundial, que consideró conciertos en los garajes de fanes. El lanzamiento de Wasting Light fue precedido por el exitoso sencillo «Rope», que se convirtió en la segunda canción en debutar en el primer lugar de la lista Rock Songs de Billboard, y el subsiguiente «Walk» también logró una alta posición. El álbum fue un éxito comercial, debutando en el número uno en once países, y fue evaluado positivamente por la mayoría de los críticos musicales, quienes elogiaron su producción y composición. En 2012, Wasting Light y sus canciones le otorgaron a Foo Fighters cinco premios Grammy, incluyendo el de mejor álbum de rock.